Un otoño picante
¿Te sientes apática y aletargada? Quizás es el momento de introducir el sabor picante en tu dieta.
Este sabor, cuando lo elegimos de fuentes de calidad, beneficia a personas sedentarias, con señales de frío y con tendencia a condiciones de humedad anormal y mucosidad.
Tomado moderadamente calienta el cuerpo, estimula el movimiento y la salida de fluidos, como saliva, moco, sudor, y jugos gástricos, por lo que también resulta interesante para potenciar la digestión.
El sabor picante, está asociado al otoño y aporta una energía que ayuda a tonificar pulmón e intestino grueso, los órganos asociados a esta estación.
Existen alimentos picantes con efectos diferentes según sean picantes caloríficos, enfriadores o neutros, cada uno de ellos con efectos ligeramente diferentes para tu organismo.
Efectos positivos en general del sabor picante:
• Ayuda a fluidificar las mucosidades facilitando su expulsión del cuerpo. Resulta interesante tomarlo cuando hay procesos catarrales. Los emplastos o cataplasmas de mostaza, por ejemplo, son muy eficaces para descongestionar pulmones y senos nasales.
• Aumenta la saliva y la sudoración, es útil al inicio de un resfriado, especialmente el jengibre, la canela, el clavo o la pimienta que ayudan a abrir los poros y facilitar la descarga.
• Estimula la circulación de la sangre.
• Mejora la actividad digestiva, por lo que se recomienda también para problemas de estómago de naturaleza fría: pesadez, digestiones lentas, etc.
• Ayuda a eliminar gas de los intestinos.
• Disuelve estancamientos, por eso, los emplastos de jengibre son útiles en contusiones y dolores musculares, así como para eliminar mucosidad en senos nasales, pues ayudan a dilatar la zona afectada y a ablandar y movilizar las acumulaciones, favoreciendo su eliminación.
• Mueve los intestinos perezosos, por lo que está indicado para el estreñimiento.
• Bueno para personas sedentarias, aletargadas y apáticas gracias a su efecto vigorizante y excitante.
• Beneficioso para personas con humedad anormal y mucosidad en los órganos metal y para personas con síntomas de frío.
Tipos de picante:
• Frío: mejora la digestión en general y la de las grasas. Abre los poros y despeja la nariz: menta, rábano, flor de sauco, mejorana, rabanito…
• Caliente: puede agravar las inflamaciones, las rojeces, los edemas y picores. Si se abusa de él, los tejidos se secan y pueden afectar al hígado y al pulmón que se resienten si pierden fluidos. Puede producir nerviosismo y tensión: chile picante, cayena, guindilla, nuez moscada, pimienta negra…
• Neutros: albahaca, cúrcuma, azafrán, daikon, nabo, colinabo…
• Tibios: jengibre fresco, comino, cardamomo, canela…
Alimentos recomendados con sabor picante: algunos alimentos tienen un sabor picante muy definido como la cebolla, cebolleta, ajo, jengibre, nabo daikon, rábanito, nabo, colinabo, apio, berro, rúcula y hojas de mostaza. Otros, sin embargo, aportan sutiles toques picantes que resultan también muy eficaces, como la canela, comino, cardamomo, nuez moscada, albahaca, azafrán, orégano o laurel,
Algunas ideas de cómo incorporar el sabor picante en tus comidas:
Petit-déjeuner :
• Prepárate una infusión a base de jengibre. Puedes incluir también cúrcuma y un toque de pimienta negra para potenciar así su poder antiinflamatorio.
• Si te gusta un sabor más dulzón, prepárate tu propio té chai combinando ½ parte de agua y ½ parte de bebida de arroz y dejando infusionar con cardamomo, jengibre, cúrcuma y canela al gusto.
Repas :
• Incluye ajo y cebolla en tus cremas y salteados. Estas verduras son, además, antitumorales, mejoran la inmunidad y tienen efecto antiinflamatorio, por lo que sería conveniente incluirlas a diario en nuestra alimentación.
• El jengibre se puede incluir a diario en tus comidas, bien en rodajas que se saltean en la sartén con otras verduras, añadido a guisos de legumbre facilitando además su digestibilidad, o en forma de jugo aderezando sopas, cremas o aliños.
• Incluye el laurel y el comino en tus estofados de legumbre, además de toques picantes, estás incorporando plantas carminativas que reducirán la formación de gases a nivel digestivo, reduciendo flatulencias y facilitando la digestión.
• Siempre que puedas, incluye en tus ensaladas hojas de rúcula, berros o mostaza. Incorpora también rabanito rallado o en rodajas, su sabor vigorizante te alegrará a ti y a tus platos.
• Elabora aliños combinando mostaza con shiro miso y vinagre de manzana. Puedes incluir un poco de sirope de arroz a esta combinación para un aliño más suave.
• Hornea tus verduras acompañadas con mucho orégano y laurel. Esta combinación queda deliciosa si la preparas en papillote. De esta forma, obtendrás unas verduras jugosas y mantendrás mejor el sabor y propiedades de las aromáticas.
¡Apúntate al picante de calidad!
Es el sabor del otoño…
Article rédigé par Isabel Moreno, consultante en macrobiotique et créatrice de Macrosano