¿Te apetece comenzar 2023 con un reto?
¿Te apetece comenzar 2023 con un reto?
¿Qué tal si eliges eliminar ciertos alimentos de tu dieta durante 3 semanas y observas cómo te sientes?
Muchas veces, notamos mejorías a nivel físico y anímico simplemente con quitar algunos productos que consumimos habitualmente, sin necesidad de hacer más cambios.
Eliminarlos completamente o sustituirlos por otros más saludables, suele dar como resultado un aumento a nivel energético, una bajada de peso y un mejor sentido del humor.
Nuestra propuesta es que reduzcas o sustituyas cómo mínimo los siguientes:
1.- Azúcar:
El azúcar es una de las sustancias más perjudiciales para la salud.
Es extremadamente acidificante, favoreciendo la pérdida de calcio de tus huesos.
Su índice glucémico es muy alto, lo que provoca picos de glucosa que fuerzan al páncreas a trabajar en exceso y favorece su transformación en grasa.
El azúcar altera tu flora intestinal, provoca irritaciones de la piel y estimula el crecimiento de células cancerígenas, entre otros muchos problemas.
Esta sustancia está oculta en infinidad de alimentos, así que quizás es el momento de comenzar a leer las etiquetas.
Cómo sustituirlo:
Las melazas de cereales son una buena opción. Por un lado, tienen un índice glucémico mucho menor, alrededor de 43, y, además, al obtenerse a partir de la fermentación con cebada malteada, son más rica en proteínas, minerales y vitaminas.
Su textura es parecida a la miel, por lo que sirven para endulzar bebidas calientes y para la elaboración de postres y repostería.
Amazake: Este endulzante se obtiene de la fermentación de arroz, mijo o avena con Koji.
Al ser un producto fermentado y ser rico en enzimas, el amazake es de fácil digestión. Es también fuente de probióticos y de fibra.
Su consistencia es cremosa y combina muy bien con las cremas de desayuno.
También se puede tomar sólo como postre, o diluido en un poco de bebida vegetal cuando tenemos antojo de dulce.
Se diluye bien en bebidas calientes y se utiliza especialmente en la elaboración de postres fríos.
Stevia: La stevia es una planta originaria de américa del sur que crece muy bien en nuestro país.
Uno de sus principales beneficios es que es apta para diabéticos pues no aporta carbohidratos y no sube los niveles de glucosa.
Su poder endulzante es hasta 30 veces mayor que el azúcar, por lo que con muy poquita cantidad obtenemos mucho dulzor.
Una hojita suele ser suficiente para endulzar una infusión y algunas gotitas del extracto líquido para endulzar postres en los que no se requiere el volumen que aportan otros endulzantes.
Puede ser un sustituto del azúcar muy bueno en la elaboración de mermeladas y compotas.
2.- Lácteos:
Hoy en día hay ya mucha evidencia de los efectos que los lácteos tienen en nuestra salud.
Además de estar asociados a un aumento de grasas saturadas y colesterol, son de difícil digestión, favorecen las infecciones y producen estreñimiento debido a su alto nivel de caseína.
Son formadores de mucosidad, y contribuyen a empeorar enfermedades respiratorias como asma, sinusitis…
Facilitan la formación de tumores y quistes. Estudios epidemiológicos apuntan a una conexión entre el abuso de productos lácteos y algunos tipos de cáncer.
Favorecen la formación de otitis y problemas de garganta, así como la proliferación de psoriasis y espinillas.
Sustitúyelos por bebidas de cereales como la de arroz, avena, quinoa… o bebidas a base de frutos secos como almendras, avellanas…
Algunas de estas bebidas, como la de arroz, son dulces, por lo que te ayudará a reducir el uso de endulzantes.
Otras, como la de avena, son cremosas y se prestan a preparaciones como croquetas o bechameles.
Si lo que te preocupa es el calcio, apúntate a las algas, que llegan a tener hasta 14 veces más calcio que la leche. Las puedes incorporar en cocciones de legumbres (kombu), en preparación de sopas (wakame), en sushis (nori) o en la preparación de condimentos (arame).
Las semillas de sésamo, las almendras, los garbanzos, el tofu y las verduras verdes, son alimentos muy ricos en calcio y aportan además magnesio, necesario para una buena fijación.
3.- Carnes rojas y derivados:
Su consumo está asociado a un aumento de enfermedades cardiovasculares.
La carne roja y especialmente los embutidos, están relacionados con un mayor riesgo de padecer cáncer, principalmente de colon.
La carne es difícil de digerir y produce toxinas que estropean la flora intestinal. Las bacterias nocivas, dificultan, además, la asimilación de vitaminas y minerales.
Cómo sustituirla:
Si lo que te preocupa al eliminar estos alimentos de tu dieta es de dónde vas a obtener la proteína, relax…
Las legumbres son una fuente excelente de proteínas, algunas de ellas de algo valor biológico como los garbanzos, las alubias blancas o las azukis. Los guisos y estofados de legumbres son saciantes y si están bien cocinados, de fácil digestión.
Si estás pensando en la funcionalidad, incorporar productos como el tofu, el tempeh o el seitán, te va a resultar realmente práctico.
Cualquiera de los tres se puede preparar en la sartén en unos minutos, “vuelta y vuelta” como harías habitualmente con los filetes.
Además, se pueden preparar al horno, macerados, en guisos con verduras, en salteados con arroz, en quiches, en hamburguesas o croquetas veganas, la lista de opciones es interminable. ¡Echa un vistazo a nuestra sección de recetas para tomar ideas!
4.- Margarinas y grasas trans:
Elaboradas con grasas de origen vegetal, que en estado natural son líquidas, han sufrido un proceso de transformación, la hidrogenación, que las convierte en grasas sólidas a temperatura ambiente.
El problema, es que nuestro organismo ya no reconoce esta sustancia, convirtiéndose en un peligro para su salud.
Dentro del cuerpo actúan elevando los niveles de colesterol y causando problemas circulatorios peores que las grasas saturadas.
Las grasas trans se utilizan habitualmente en la elaboración de bollería industrial y otros productos procesados, por lo que lo ideal sería reducir su consumo.
Si utilizas margarina en tu pan, puedes sustituirlo por mantequillas de frutos secos, mucho más saludables y sabrosas.
La más conocida probablemente sea el tahín o crema de sésamo, pero hoy en día puedes encontrar cremas de prácticamente cualquier semilla o fruto seco: almendras, avellanas, pipas de girasol, de calabaza, pistacho, cáñamo…
Combinan muy bien con sabores dulces o salados, y son muy prácticas para hacer cremosos aliños.
Si lo que necesitas es un sustituto para tu repostería, el aceite de sésamo, de girasol o de coco suelen ser los más utilizados.
5.- Cereales refinados:
El arroz blanco, la pasta y el pan blanco, así como otros productos de cereales refinados, han perdido la mayoría de sus nutrientes y en consecuencia carecen de mucho interés a nivel nutricional.
Al refinar el cereal se elimina su salvado, rico en fibra, vitamina B y minerales.
Pierde también su germen, fuente de vitaminas, minerales, proteínas, ácidos grasos y antioxidantes.
Lo que los hace todavía peores, es que esa pérdida de nutrientes facilita una absorción rápida del carbohidrato, favoreciendo las subidas rápidas de glucosa y su conversión en grasa.
Estos granos refinados resultan, además, acidificantes.
El cambio en este último apartado es sencillo, pues lo único que tienes que hacer es elegir su versión no refinada.
Asegúrate de que el cereal integral que utilices sea ecológico, la mayoría de los pesticidas se acumulan en el salvado, la parte externa del grano.
Observarás que, al utilizar el cereal en su versión integral, tus preparaciones cunden más y te sacias antes, esto es debido a la fibra que contienen, por lo que acaban resultando incluso más económicos que los refinados.
Es aconsejable remojar los cereales durante la noche, como haces con las legumbres, esto los hará más fáciles de digerir y reducirá el tiempo de cocción.
Si quieres, puedes añadir un chorrito de vinagre o zumo de limón para favorecer la activación de enzimas, mejorar aún más la digestibilidad y ayudar a eliminar el ácido fítico.
Tienes muchos cereales integrales para elegir: arroz, quinoa, cebada, mijo, sarraceno, avena…
Y si tu problema es el pan, actualmente puedes encontrar panes de buenísima calidad.
Nuestro consejo: si vas a comer pan que se elaborado con masa madre, de fermentación lenta y con harina integral ecológica.
Los panes elaborados con ingredientes de calidad y con procesos de elaboración tradicional resultan de fácil digestión, sacian y siguen siendo opciones interesantes.
Otras opciones:
• Pan ácimo: interesante si no puedes consumir levaduras.
• Pan germinado: tampoco lleva levadura, se elabora a partir de granos germinados, sin utilizar harinas.
• Tortitas de arroz, maíz, trigo sarraceno, quinoa: su textura crujiente combina muy bien con patés vegetales para tus meriendas y no contienen gluten.
¿Qué te parece?, ¿Te animas a hacer la prueba?
Elimina estos 5 alimentos durante 3 semanas, y nos vas contando…
Artículo escrito por la consultora macrobiótica Isabel Moreno, creadora de Macrosano.